El valor del ritual en la tradición Budista

En el Centro Budista realizamos diversas prácticas rituales en forma de cantos, mantras y ceremonias que se llevan a cabo en diversos momentos. Por ejemplo, podemos preceder un periodo de meditación cantando el Ti Ratana Vandana, los Refugios y Preceptos, o recitando una Puya Corta.

La práctica ritual, al involucrar a la totalidad de nuestro ser, nos permite traducir nuestra comprensión intelectual y llevarla a la experiencia emocional; en otras palabras, a transformar el saber en ser. Las palabras que se recitan durante un ritual, las imágenes que se invocan y las emociones que se cultivan están basadas en un sistema coherente de valores que expresan nuestros ideales más profundos. En el contexto del ritual, nuestra devoción encuentra una libre expresión, abriéndonos para permitir que nuestros ideales más elevados nos enriquezcan.

¿Qué es una Puya?

De las diversas ceremonias rituales que realizamos tal vez la de más importancia espiritual sea la Puya. Puya significa “devoción”. Tradicionalmente la celebración de la Puya es una preparación emocional y espiritual para el surgimiento del Bodhichitta, el “deseo o aspiración de la Iluminación para el beneficio de todos los seres”, que ejemplifica el ideal de la compasión. A través de nuestra práctica regular y sincera de Puya, en compañía de la comunidad, podemos refinar nuestros estados mentales. Esto nos lleva a soltar el egocentrismo y a sentir una empatía con la vida. De esta forma preparamos el terreno para nuestra auto-trascendencia. Como resultado, el Bodhichitta puede “surgir dentro de” o “descender sobre” la Comunidad Espiritual.