¿Qué es Dana?

La palabra dana se refiere a la generosidad en todas sus formas. Ésta ha sido una práctica central del budismo desde sus principios. El Dharma (las enseñanzas del Buda) no es un producto comercial que se vende y se compra, sino un regalo que se ofrece de manera desinteresada. En la sangha (la comunidad espiritual) intentamos cultivar un espíritu de  generosidad mutua.

¿Por qué dar?

Cuando damos, estamos contrarrestando nuestra arraigada tendencia  a acumular y asir aquello que creemos que nos da idendidad y seguridad. Al practicar la generosidad, vamos debilitando la avidez que es la causa de mucho de nuestro sufrimiento. Además, al dar podemos expresar nuestra gratitud por lo que hemos recibido. El Centro Budista de Cuernavaca depende de ti para sobrevivir. Tu dana permite que el Centro siga compartiendo el Dharma y ofreciendo un refugio espiritual para ti y para otros y otras.

“Se mora con el corazón libre de la mancha de la avaricia, libremente generoso, con la mano abierta, deleitándose en dar y compartir.” El Buda

¿Qué es la Sociedad de Dana?

La sociedad de dana es la comunidad de amigos y amigas del Centro Budista de Cuernavaca que dan de distintas formas (su tiempo, su ayuda, sus cualidades, sus recursos) y hacen posible las actividades que tienen lugar en él. Acércate a algún miembro de la Orden del Centro Budista para averiguar cómo te puedes unir a este noble esfuerzo.

Si no tienes la posibilidad de apoyar al Centro ofreciendo dinero, puedes apoyar la difusión del Dharma de otras maneras: puedes ayudar a repartir publicidad, preparar y recoger los salones, dar apoyo a la recepción, preparar los floreros, el café, o incluso puedes ofrecer tus habilidades profesionales. ¡Todas las personas podemos dar algo! Tu presencia es en sí un regalo.

¿Qué se hace con el dinero que se recibe?

Todo el dinero que se da al Centro Budista de Cuernavaca se utiliza para cubrir sus gastos operativos. Entre los principales está la renta, los servicios (agua, teléfono, electricidad, gas), la administración, los insumos (café, té, flores, velas) y la difusión.

“Así, cuando el mundo arde en llamas con la vejez y la muerte, uno debería salvar [su riqueza] mediante la generosidad: aquello que es donado está bien salvado. Aquello que es donado produce fruto agradable”. – El Buda.