El Budismo Triratna es una tradición emergente, surgida en la década de 1960 en Gran Bretaña a partir de la iniciativa de Urgyen Sangharakshita, quien enfatiza que lo que nos define como budistas es el Ir a Refugio a las Tres Joyas (Triratna). Las tres joyas son: 

• El Buda el ideal de la iluminación al que aspiramos
• El Dharma: El camino o enseñanzas de transformación
• La Sangha: la comunidad de aquellos que recorren el camino

El acto de Ir a Refugio, que en realidad es un proceso en constante profundización, es el corazón que mantiene viva a nuestra comunidad espiritual.

Actualmente, la Comunidad Budista Triratna se define a sí misma como “una red internacional dedicada a comunicar las verdades budistas de una forma que sea apropiada para el mundo moderno.”

La Comunidad Budista Triratna es un movimiento de hombres y mujeres que viven las enseñanzas del Buda en el mundo moderno. En el corazón de dicha comunidad, se encuentra la Orden Budista Triratna, que busca ser una asociación libre de individuos unidos por valores compartidos. Nuestra Orden está basada en el principio de que una verdadera comunidad espiritual puede formarse sólo a través de la asociación libre y el apoyo mutuo, y nunca a partir de la fuerza o la coerción. Consecuentemente, no hay reglas formales dentro de la Orden, y las grandes decisiones generalmente se toman por consenso.

Nuestra Orden no se considera a sí misma ni laica, ni monástica, sino que busca ir más allá de esa dicotomía, enfatizando que lo que nos une es nuestro acto de Ir a Refugio; somos simplemente budistas que buscamos profundizar nuestra comprensión y nuestra práctica del Dharma. El conjunto de Miembros de la Orden forma una red de amistad, una comunidad espiritual de hombres y mujeres que se han comprometido a seguir el camino budista al Ir a Refugio a las Tres Joyas (el Buda, el Dharma y la Sangha); han elegido el hacer de la Orden Budista Triratna el contexto en el que desean llevar a cabo su viaje hacia el Despertar. Cada Miembro de la Orden toma el compromiso de practicar los diez preceptos éticos, los cuales tienen que ver con todas las acciones del cuerpo, el habla y la mente.